El 31 de marzo es el Día de la Visibilidad Transgénero, pero no es un día para celebrar nada, pues sigue existiendo mucho odio, desaprobación, agresiones, burlas, y deseos de que desaparezcamos de una vez por todas.

No es día para celebrar nada, pero sí un día para reivindicar, una vez más, nuestra existencia, para decirle al mundo que estamos aquí, aunque a mucha gente le estorbemos y les provoquemos picor cerebral.

No es día para celebrar nada, ya sabíamos que sería un camino difícil, pero somos lo que somos y hacemos lo que tenemos que hacer. En realidad no pedimos la gran cosa: tan solo que nos dejen vivir nuestras vidas en paz, sin tener miedo, sin tener que aguantar burlas ni menosprecios. Tan solo un poco de respeto como las personas que somos.

El 31 de marzo es el Día de la visibilidad transgénero, pero no es un día para celebrar nada. Todavía queda mucho por hacer.